Iglesia jerárquica, con participación de todos

No hace mucho, el Papa Benedicto XVI en una de sus audiencias de los miércoles, afirmaba que en la Iglesia todos tenemos la misma dignidad radical que nace del hecho de que por el Bautismo somos constituídos hijos adoptivos de Dios. Pero eso no significa, como también enseña el Papa, que todos tengamos la misma responsabilidad en cuanto al funcionamiento y el gobierno de la Iglesia Universal ni de cada una de las comunidades que la integran en el mundo entero.

La Iglesia no es una democracia ya que el poder o facultad para gobernar (pastorear) no viene del pueblo sino del Señor, que es quien fundó la Iglesia, dotó a los Apóstoles (y a sus sucesores en el ministerio) de unos poderes especiales y estableció las bases por las que había que regirse. Por eso se dice que es jerárquica. Los Apóstoles no fueron elegidos por las comunidades; fueron nombrados y enviados por el Señor (Mt 28, 16-20; Jn 20, 19-23). Ellos, sus sucesores y los colaboradores en el ministerio sagrado fueron los encargados de poner en marcha, organizar y regir las distintas comunidades cristianas. Eso no significa que los seglares deban estar pasivos. Jerarquía y seglares formamos una única Iglesia en la que todos hemos de adoptar una actitud activa, cada uno desde su circunstancia concreta (San Pablo habla de carismas o servicios: I Cor 12, 4-7). De quienes provocan líos y divisiones habla con dureza el Apóstol.

Participación, pues, y no democracia es la palabra que expresa sintéticamente, cual ha de ser el modo de actuar de todo cristiano en la Iglesia. Actualmente existen cauces para la participación de los seglares en todos los niveles de la acción pastoral de la Iglesia. Ahí están , por ejemplo, los Consejos de Pastoral Parroquiales y Diocesanos. Hay teólogos y teólogas seglares, algunos impartiendo claes de Teología en Universidades católicas. Y entre nosotros, los profesores de Religión en los colegios son en su mayoría seglares. Y los catequistas. Hay tarea para todos. Cada uno la suya... Dicho en lenguaje paladino: Ni cruzarse de brazos ni asumir funciones que a uno no le corresponden.

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Pastoral Santiago