Contexto
El Jueves Santo rememoramos la institución del sacramento de la Eucaristía por Jesús en la Última Cena. Jesús nos dá además un Mandamiento nuevo, el del Amor fraterno.
Color
Blanco
Monaguillos que hacen falta
Recomiendo 4 ó 5, para llevar la Cruz y las velas en las procesiones de entrada y de salida y para el incensario. Como mínimo 2, porque el incensario suele ser bastante engorroso para uno solo.
Preparativos
Llegar con 30 minutos de adelanto, porque no suele haber mucho que hacer, salvo poner una pastilla de carbón en el incensario (ver cómo se enciende en las notas adicionales).
Eso sí, repara en el Monumento, es decir el lugar en el que van a quedar depositadas las partículas consagradas del Jueves para el Viernes. Fíjate en que está rodeado de flores y en los símbolos que están al lado: una mesa, un lavabo, un racimo de uvas y unos moletes de pan.
Credencia
Para la celebración nos hará falta:
A continuación resumo los aspectos más a tener en cuenta:
La procesión de entrada se realiza desde la sacristía: Los monaguillos van por delante de los sacerdotes, de manera que primero va la Cruz, después las 2 velas una a cada lado, luego los demás monaguillos y por último, los sacerdotes. Al llegar las escaleras del presbiterio, se realiza una inclinación de cabeza al altar y cada uno se coloca en su sitio.
Durante el canto del Gloria, se deben tocar las campanas. Si te parece que es demasiado “masivo”, puedes tocar en su lugar la campanilla.
Después vendrían las lecturas: primera, salmo, segunda y Evangelio. La lectura del Evangelio es el relato de la Última Cena. NO se inciensa el ambón a la hora de la lectura del Evangelio.
A la hora de las ofrendas, que no se te olvide que hay que colocar en el altar, aparte del cáliz, los copones extra con las partículas que se van a consagrar. Las “tapas” los copones todavía no hacen falta. NO se usa el incensario todavía.
Después todo discurre igual a una misa “normal”, hasta la comunión. Como la iglesia suele estar bastante llena, un ministro sube al coro a dar la comunión, acompañado por tanto por un monaguillo. Durante la comunión hay que encender el incensario, para que estea preparado para el final de la misa. Una vez acabada la comunión, se guardan los copones en el Sagrario (acuérdate de las tapas), dejando uno para la procesión del final.
Acabada la acción de gracias, (no hay bendición final) se coge el incensario ( sí, ahora sí) y el pequeño manto del que hemos hablado antes. Hay que acercarle el incensario al sacerdote para que le eche incienso de la naveta. El incensario se lo damos al sacerdote, que incensará el altar y el copón y luego nos lo devolverá. Ahora le damos el pequeño manto y el sacerdote coge el copón. Es entonces cuanto se realiza una procesión por la iglesia. Encabeza la procesión el monaguillo o monaguillos encargados del incensario (a poder ser, moverlo un lado a otro) y de la naveta, después va la Cruz con las velas –una a cada lado-, luego el sacerdote con el copón y el manto y, por útimo, los demás sacerdotes. Se baja del presbiterio sin hacer genoflexión ni nada y se avanza por un pasillo lateral hasta el fondo de la iglesia, se anda un poco por el fondo y se coge el pasillo lateral que va a dar delante del Sagrario. Llegados al Sagrario, los monaguillos se hacen a un lado y el sacerdote coloca el copón en el Monumento. Los sacerdotes inciensan el Sagrario (le vuelven a echar incienso al incensario) y tras una genoflexión al sagrario, la procesión termina en la sacristía.
Notas adicionales
El Jueves Santo rememoramos la institución del sacramento de la Eucaristía por Jesús en la Última Cena. Jesús nos dá además un Mandamiento nuevo, el del Amor fraterno.
Color
Blanco
Monaguillos que hacen falta
Recomiendo 4 ó 5, para llevar la Cruz y las velas en las procesiones de entrada y de salida y para el incensario. Como mínimo 2, porque el incensario suele ser bastante engorroso para uno solo.
Preparativos
Llegar con 30 minutos de adelanto, porque no suele haber mucho que hacer, salvo poner una pastilla de carbón en el incensario (ver cómo se enciende en las notas adicionales).
Eso sí, repara en el Monumento, es decir el lugar en el que van a quedar depositadas las partículas consagradas del Jueves para el Viernes. Fíjate en que está rodeado de flores y en los símbolos que están al lado: una mesa, un lavabo, un racimo de uvas y unos moletes de pan.
Credencia
Para la celebración nos hará falta:
- un pequeño manto, que usará el sacerdote durante la procesión hasta el Monumento, al final de la celebración.
- SÍ hay incensario, pero sólo se utiliza al final de todo. Hay que ponerle una pastilla de carbón y tener incienso en la naveta.
- cáliz con purificador encima. Probablemente se colocan también en la credencia dos copones a mayores, con partículas hasta arriba, para consagrarlas en la Eucaristía, porque recuerda que en el Viernes Santo no hay Eucaristía propiamente dicha y no se hace la consagración.
- lavabo y bandejas suficientes para la comunión (al menos 3).
- campanas, para tocar durante la Consagración y durante el Gloria.
- Las vinajeras y la patena grande nos las traen en las ofrendas.
A continuación resumo los aspectos más a tener en cuenta:
La procesión de entrada se realiza desde la sacristía: Los monaguillos van por delante de los sacerdotes, de manera que primero va la Cruz, después las 2 velas una a cada lado, luego los demás monaguillos y por último, los sacerdotes. Al llegar las escaleras del presbiterio, se realiza una inclinación de cabeza al altar y cada uno se coloca en su sitio.
Durante el canto del Gloria, se deben tocar las campanas. Si te parece que es demasiado “masivo”, puedes tocar en su lugar la campanilla.
Después vendrían las lecturas: primera, salmo, segunda y Evangelio. La lectura del Evangelio es el relato de la Última Cena. NO se inciensa el ambón a la hora de la lectura del Evangelio.
A la hora de las ofrendas, que no se te olvide que hay que colocar en el altar, aparte del cáliz, los copones extra con las partículas que se van a consagrar. Las “tapas” los copones todavía no hacen falta. NO se usa el incensario todavía.
Después todo discurre igual a una misa “normal”, hasta la comunión. Como la iglesia suele estar bastante llena, un ministro sube al coro a dar la comunión, acompañado por tanto por un monaguillo. Durante la comunión hay que encender el incensario, para que estea preparado para el final de la misa. Una vez acabada la comunión, se guardan los copones en el Sagrario (acuérdate de las tapas), dejando uno para la procesión del final.
Acabada la acción de gracias, (no hay bendición final) se coge el incensario ( sí, ahora sí) y el pequeño manto del que hemos hablado antes. Hay que acercarle el incensario al sacerdote para que le eche incienso de la naveta. El incensario se lo damos al sacerdote, que incensará el altar y el copón y luego nos lo devolverá. Ahora le damos el pequeño manto y el sacerdote coge el copón. Es entonces cuanto se realiza una procesión por la iglesia. Encabeza la procesión el monaguillo o monaguillos encargados del incensario (a poder ser, moverlo un lado a otro) y de la naveta, después va la Cruz con las velas –una a cada lado-, luego el sacerdote con el copón y el manto y, por útimo, los demás sacerdotes. Se baja del presbiterio sin hacer genoflexión ni nada y se avanza por un pasillo lateral hasta el fondo de la iglesia, se anda un poco por el fondo y se coge el pasillo lateral que va a dar delante del Sagrario. Llegados al Sagrario, los monaguillos se hacen a un lado y el sacerdote coloca el copón en el Monumento. Los sacerdotes inciensan el Sagrario (le vuelven a echar incienso al incensario) y tras una genoflexión al sagrario, la procesión termina en la sacristía.
Notas adicionales
- Ojo al incensario. Se enciende durante la comunión, porque sólo nos hace falta al final de la celebración. ¿Que cómo se enciende? Pues se coge la pastilla por los bordes con las pinzas y se le da candela con una cerilla o una mecha desde abajo hasta que empiezan a salir burbujas. Después se pone en el incensario.
- Una vez acabada la misa, se quita el mantel y se retira el misal, por lo que el altar queda al desnudo.
- Después de la misa, mucha gente trae velas para ponerlas delante del Santisimo. Sería todo un detalle por parte de los monaguillos, una vez recogido todo, ayudar a encender las velas y a colocarlas bien. Hay que colocarlas con cierta separación entre ellas, para evitar que se nos queme la iglesia, como pasó hace unos años.
- Es una buena idea pasar un ratito junto a Jesús, que hoy está de una manera especial presente en el Monumento. Podemos hablar con Él, acompañarlo, pensar sobre todo lo que recordamos en Semana Santa, pedirle cosas y darle gracias por un montón de cosas. Altamente recomendable también es la Hora Santa protagonizada por los jóvenes.
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