Cuaresma 2020

La iniciamos el día 26 del pasado mes de febrero. Como saben, no empieza todos los años en la misma fecha. Depende de la fecha de la Pascua, que también varía de un año para otro.

¿A qué se debe ésto? Se debe a que la fecha de la Pascua se fija cada año en el primer Domingo después de la primera luna llena de primavera, que es como decir primera luna llena después del día 21 de marzo. Y como esa fecha varía de un año para otro (obedece al año lunar, no al año solar), ahí está la razón. Este año el Domingo de Resurrección, es decir, la Pascua, cae en el día 12 de Abril...



  • La Cuaresma tiene como finalidad prepararnos para celebrar espiritualmente bien preparados la más importante y más antigua de las fiestas cristianas: La Pascua. Si para la fiesta del Patrono (San Rosendo) nos preparamos con una Novena (9 días), para la mayor de las fiestas cristianas en mundo entero, debemos dedicar más tiempo. Desde hace muchos siglos el tiempo señalado son 40 días. El mismo tiempo que Jesús pasó en el silencio y el ayuno del desierto antes de empezar a predicar el Evangelio, la Buena Nueva de la Salvación.
  • Prepararnos durante cuarenta días para la Pascua. Pero, ¿cómo nos preparamos? La mejor manera sería seguir el itinerario y el ritmo que nos marca la Liturgia cuaresmal. Son unos textos selectos, sugerentes y prácticos. Muchos tenéis ese libro de la Buena Noticia para 2020. En él podéis leer el Evangelio que se proclama en la Misa cada día, con un breve comentario. También contiene varias oraciones y los misterios y la Letanía del Rosario. Si no os atrevéis con el Rosario completo, al menos un Padrenuestro y tres Avemarías. Lo más importante es rezar algo todos los días. Si puede ser, mejor en familia. El célebre Padre Peyton, misionero en Japón decía: Familia que reza unida, permanece unida.
  • Son tres las prácticas religiosas que desde siempre se aconsejan especialmente durante la Cuaresma. Son éstas: oración, ayuno y limosna. Las tres son muy importantes y se complementan. ¿Por qué no cogéis un Evangelio, por ejemplo, el de San Lucas y, un trozo cada día, lo leéis completo? Ahí encontraréis, entre otras cosas, las parábolas de la Misericordia: El Hijo Pródigo y el Buen Samaritano. Y naturalmente, procurad ir a Misa los Domingos. Esto es más importante que el ayuno. Aunque el ayuno y la abstinencia, si se entienden bien, tienen su significado y su sentido; sobre todo si se unen a la limosna, a la ayuda a quien pasa necesidad. La experiencia de aguantar el hambre alguna vez es positiva y aleccionadora. Quizá llame la atención lo de la carne. Explicación: Cuando se puso esta ley, la carne sólo la podían comer los ricos. Los pobres, quizás alguna vez al año. En aquellos tiempos costaba más del doble un kilo de carne que un kilo de percebes...

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