D. Armindo Iglesias Diéguez, Párroco de Vedra, cruzó, el 21/05/2019, la frontera de la eternidad.
Había nacido en Vila de Cruces (Pontevedra) el 27/04/1927, y fue ordenado sacerdote el 31/05/1952. Doce años de su vida sacerdotal los pasó como misionero en Brasil.
Don Armindo era muy buena persona y muy buen sacerdote. Además, era un hombre culto, que disfrutaba escribiendo y que escribía. Era alegre y tenía un gran sentido del humor, que también reflejaba en sus escritos.
Su Hoja Parroquial, titulada Carta da Parroquia, era conocida y leída en toda la Diócesis. Y sus libros, sobre todos los cuatro tomos de su Colección de Trozos que, en un lenguaje ameno y sencillo, trataban de lo divino y lo humano, a menudo con su pizca de humor, y sacando siempre alguna enseñanza para la vida práctica, para la vida de cada día. De estos libros se distribuyeron en nuestra parroquia unos 500 ejemplares.
A lo largo de sus 92 años, D. Armindo, trabajó mucho y bien. Ahora le toca descansar. Que descanse en Paz.
Había nacido en Vila de Cruces (Pontevedra) el 27/04/1927, y fue ordenado sacerdote el 31/05/1952. Doce años de su vida sacerdotal los pasó como misionero en Brasil.
Don Armindo era muy buena persona y muy buen sacerdote. Además, era un hombre culto, que disfrutaba escribiendo y que escribía. Era alegre y tenía un gran sentido del humor, que también reflejaba en sus escritos.
Su Hoja Parroquial, titulada Carta da Parroquia, era conocida y leída en toda la Diócesis. Y sus libros, sobre todos los cuatro tomos de su Colección de Trozos que, en un lenguaje ameno y sencillo, trataban de lo divino y lo humano, a menudo con su pizca de humor, y sacando siempre alguna enseñanza para la vida práctica, para la vida de cada día. De estos libros se distribuyeron en nuestra parroquia unos 500 ejemplares.
A lo largo de sus 92 años, D. Armindo, trabajó mucho y bien. Ahora le toca descansar. Que descanse en Paz.
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