Formación cristiana de adultos

Los últimos Papas vienen insistiendo mucho en la necesidad de mejorar la formación religiosa del pueblo cristiano. Falta de formación que explica, en parte al menos, muchas incoherencias en la conducta e incluso muchos abandonos de la fe. Hay muchos bautizados que viven como paganos, como no cristianos. A menudo se encuentra uno con cristianos que desconocen lo más elemental del cristianismo. Si, les suenan muchas cosas, pero en realidad no saben muy bien de que se trata. Ni saben explicarlo ni están convencidos de que esto sea así. Ya Pedro en su 1ª Carta, decía a los primeros  cristianos que tenían que estar preparados para dar razón de su esperanza, es decir, de su fe, a los paganos, (I Pe, 3, 15). Y el Papa Pablo VI decía en una ocasión a un grupo de seglares: “Hoy no basta con creer; es necesario además saber dar razón de lo que se cree y por qué se cree”.

Hoy se habla mucho de la formación permanente en distintos ámbitos. También en lo referente a la religión se necesita una formación permanente. No porque cambie el sentido sustancial de la religión, sino para saber distinguir lo sustancial de la Religión, sino para saber distinguir lo substancial (el Credo, los Mandamientos, los Sacramentos) de lo accidental (ritos, formas de expresar lo substancial) y para aumentar y mejorar nuestro conocimiento y nuestra comprensión del Evangelio y de la Doctrina de la Iglesia.

En este sentido pueden ser útiles las charlas de formación religiosa que, a partir de octubre, tendremos los 2º, 3º, y 4º viernes de cada mes.

También seria útil suscribirse a la Hoja Parroquial, que a los suscriptores se envía a casa cada 15 días. Y no estaría mal tener en casa a mano un Catecismo. Los hay muy sencillos y muy baratos. En la parroquia le podemos facilitar uno gratis. El proceso de conversión de la célebre intelectual agnóstica Edith Stein, en el siglo XX, se inició con la lectura del Catecismo.

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Pastoral Santiago