Nos hemos adentrado ya en el mes de Mayo, que es como el corazón de la primavera, estación en la que los campos parecen jardines y los árboles semejan macetas. Es también, el tiempo fuerte de la siembra y, por tanto, de la esperanza: se siembra esperando que un día, llegue la cosecha...
Por todo ello el pueblo cristiano vio en mayo como una figura de María, la Madre de Jesucristo, fruto bendito de su vientre, como le dijo su prima Isabel. María es como la aurora que anuncia que el sol asoma ya en el horizonte o como la huerta en la que se siembra con la esperanza de que la semilla germine, crezca, madure y así produzca la cosecha anhelada por el labrador.
Una manera, entre otras, de celebrar el mes de Mayo pensando en María puede ser recitar o cantar el popular canto que transcribimos a continuación:
Mientras recorres la vida, tú nunca sólo estás,
contigo por el camino Santa María va.
VEN CON NOSOTROS AL CAMINAR, SANTA MARÍA VEN (bis)
Aunque te digan algunos que nada puede cambiar,
lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.
Si por el mundo los hombres sin conocerse van,
no niegues nunca tu mano al que contigo está.
(J.A. Espinosa)
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