La experiencia -madre de la ciencia- y la naturaleza son los dos libros al alcance de todos, escritos en un lenguaje que todo el mundo entiende. Las vacaciones y los viajes son momentos especialmente apropiados para esa lectura, lectura enriquecedora, formativa y relajante. San Francisco de Asís, poco amigo de los otros libros, supo hacer, con la luz de la fe, una lectura, poética y agradecida, de ese libro que es la naturaleza.
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