Mes de difuntos

Así se denomina a veces al mes de noviembre. La razón es que en este mes se celebra, cada año, desde hace muchos años, el Día dedicado de un modo especial a recordar y a rezar por los que estuvieron con nosotros, pero que ahora se hallan ya al otro lado de la frontera; frontera que un día también nosotros hemos de cruzar. Naturalmente que cualquier día del año se puede recordar y rezar los por difuntos; pero este es el día dedicado de un modo especial a ellos. Es el día en que muchos llevan flores al cementerio. Y eso no está mal; pero más importante y más barato es rezar por ellos. San Agustín decía: Una lágrima se evapora, una flor se marchita; pero una oración la recoge el Señor. Podemos rezar en casa. Por ejemplo, el Rosario, el Rosario de los 5 misterios o, al menos, el Minirosario de las tres Avemarías del que les hablé el Domingo en Misa.
 O el Rosario Fiat, del que se habló hace tiempo en este página y se explicó en qué consiste. Lo recordamos ahora brevemente: Se trata de un Rosario que propuso, y luego se extendió por todo el mundo, aunque no llegó a ser muy popular, el Cardenal Suenens, uno de los grandes artífices del Concilio Vaticano II, colaborando muy de cerca con el Papa Juan XXIII, del que era gran amigo. Luego sería aprobado y propuesto con mucho entusiasmo en su Diócesis por el Cardenal Danneels (Bélgica) . En cada tipo de misterios (gozosos, dolorosos, ...) se seleccionan tres y en vez de las 10 Avemarías, en cada misterio se rezan tres Avemarías... Quien pueda y quiera rezar 150 Avemarías (en vez de los 150 Salmos: un Papa llamó al Rosario Salterio de la Virgen María), estupendo; quien, los 5 misterios y las 50 Avemarías, no está mal; pero quien, por lo que sea, no hace lo anterior, las tres avemarías, que bien rezadas y en familia, harán sonreír en el Cielo a Nuestra Señora, que le garantizará a esa familia la promesa que hizo a Santa Matilde de estar a su lado, sobre todo cuando llegue la hora de muerte... ¡Ánimo! y a rezar en familia. Que se note que vuestra familia es de verdad cristiana y vive cristianamente.

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