EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS

Se denomina así a un hermoso poema de San Francisco de Asís en el que el santo estalla un canto de alabanza a Dios contemplando las cosas que Dios ha creado. En este cántico se inspiró el Papa Francisco (lo dice él) para redactar y publicar su última encíclica titulada, en italiano, Laudato Si (=alabado seas). A continuación transcribimos algunas estrofas de ese himno:

   “Loado seas por toda criatura, mi Señor, y, en especial loado por el hermano sol, que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor, y lleva por los cielos noticia de su autor”.

   “Y por la hermana luna, de blanca luz menor, y las estrellas claras, que tu poder creó, tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y brillan en los cielos: ¡loado mi Señor!

    “Y por la hermana agua, preciosa en su candor, que es útil, casta, humilde: ¡loado, mi señor!”. “Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol, y es fuerte, hermoso, alegre: loado, mi Señor!”.

   “Y por la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!”.

    Siempre, pero sobre todo en estos días claros y largos, del verano; en estas noches sin nubes con el firmamento tachonado de estrellas; estos amaneceres y estos anocheceres embelesantes, si uno es creyente, resulta fácil ponerse a rezar al modo de Francisco de Asís. Probad y veréis que es así.

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