Laudato Si, del Papa Francisco

"Laudato Si" es el nombre del último documento del Papa actual. Los escritos papales se designan por las dos primeras palabras. El texto original normalmente está en latín y las palabras con que se nombran son latinas. Pero en este caso el idioma usado es el italiano. De ahí el nombre LAUDATO SI (= "Alabado seas", Señor), que son las primeras palabras del célebre "Cántico de las criaturas", escrito por San Francisco de Asís, en honor al cual el Papa tomó el nombre de Francisco y al que cita varias veces en esta encíclica, la 1ª escrita por este Papa. Es verdad que antes, en 2013, había escrito otro documento muy importante, el EVANGELII GAUDIUM (= "La alegría del Evangelio"), pero que en la nomenclatura eclesiástica se denomina "Exhortación Apostólica", que nominalmente significa un rango inferior.
Si en la Evangelii Gaudium, La alegría del Evangelio, el Papa nos invitaba a una vivencia gozosa de la vida cristiana, orgullosos de ser cristianos y procurando vivir de verdad como cristianos, en la Laudato Si, Alabado Seas, Señor, nos invita a "cuidar la casa común", la naturaleza, en la línea de lo que se llama ECOLOGIA. Por eso el Papa reflexiona sobre "el cambio climático", "la contaminación", uso del agua, la explotación de los recursos naturales, lo relacionado con la vegetación, los animales, el uso y el reparto de los bienes de la tierra, etc.
Es un texto de lectura fácil y agradable, y muy importante por su contenido. Se puede adquirir en cualquier librería religiosa.
Para terminar esta introducción, tres citas breves: "El desafío urgente de proteger la casa común incluye la preocupación por unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral " (LS, 13). "Necesitamos una solidaridad universal nueva... Todos podemos colaborar como instrumento de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades" (LS, 14); y citando al Papa Juan Pablo II, nos recuerda el Papa Francisco que "Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno" (C.A., 31. En LS, 93).D

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