¿Evasión? No. Compromiso

A un político, que todavía sigue actuando en política a nivel nacional, le oí decir en una ocasión que él entrara en la política motivado por su fe cristiana, para trabajar por una sociedad más justa y un mundo mejor; pero que pasado un tiempo había dejado de creer y que actualmente era agnóstico. Ahora lo que le motiva y orienta es la ideología del partido en el que milita. Yo me quedé pensando si a ese político le pasará lo que a quienes, sobre todo en tiempos pasados, decían que la Religión, con eso del Cielo y una Vida en el más allá, lo que hace es producir una actitud de evasión ante los problemas de este mundo en vez de luchar por resolver esos problemas y lograr aquí un mundo más justo, solidario y fraternal. Como todavía hoy queda alguna gente que piensa así, voy a transcribir un texto del Concilio Vaticano II donde se responde a esa cuestión. Dice así:
Se nos advierte que de nada le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo. No obstante, la espera de una tierra nueva no debe amortiguar,sino más bien, avivar la preocupación por esta tierra (GS, 39)
Y el Papa Francisco, en su reciente encíclica Lumen Fidei (=La luz de la fe), afirma:
La luz de la fe no nos lleva a olvidarnos de los sufrimientos el mundo (L.F., 57).
Está claro: la Religión cristiana no está en contra del progreso ni en contra de la lucha por la justicia. Siempre que el progreso y la justicia sean para todos. Que sólo así el progreso será auténtico y la justicia será verdadera justicia. Nada, pues, de evasión, sí compromiso.

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Pastoral Santiago