Sacerdocio cristiano, común y ministerial

Hablar de sacerdocio, es hablar de capacidad para relacionarse con Dios y presentarle ofrendas y sacrificios.
  • El sacerdocio cristiano común lo posee todo cristiano/a por el hecho de estar bautizado/a. Por el Sacramento del Bautismo quedamos incorporados, cinculados, a Cristo sacerdote, profeta y Rey, como nos dice el Ritual del Bautismo. Por eso a este sacerdocio se le llama común (lo posee todo cristiano/a) o real (tiene su origen en nuestra unión a Cristo Rey).
  • El sacerdocio ministerial, que se ejerce en nombre de Jesucristo y en favor de la Comunidad Cristiana, tiene su origen y fundamento en el Sacramento del Orden, que reciben, en distinto grado, los Diáconos, los Presbíteros y los Obispos. Se ejercita sobre todo a través de la administración de los Sacramentos.
Todos, pues, sacerdotes, como recordaba San Pedro a los primeros cristianos cuando les decía:
Vosotros, como piedras vivas entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo... Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada (I Pedro, 1, 22 ss.)

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